Cómo está regulado el aborto en Italia y qué quiere hacer Meloni con la ley 194

Aborto Italia Meloni
La candidata de extrema derecha Giorgia Meloni | Luca Zennaro (EFE)
Tiempo de lectura: 9 min

“Nuestra intención es implementar plenamente también la primera parte de la actual ley 194, es decir, que prevea políticas de prevención para ofrecer una alternativa a las mujeres que están pensando en abortar por motivos económicos. Esas mujeres tienen que encontrar un Estado amigo a su lado: más oportunidades y no menos derechos”. Así se pronunciaba en declaraciones a EFE Giorgia Meloni sobre el aborto en Italia

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No es la primera vez que la aspirante a la presidencia, candidata por Hermanos de Italia, se pronuncia sobre una posible reforma de la ley que permite interrumpir un embarazo (ley 194) con el objetivo de hacerla más restrictiva. “Nuestra intención es dar pleno cumplimiento a la primera parte de la actual ley italiana, es decir, la que prevé políticas de prevención para tratar de evitar que las mujeres aborten porque no encuentran alternativas, quizás por razones económicas”, declaraba a El Periódico de España. Así, Meloni y su partido no se han comprometido a cambiar ni derogar la norma, sino a priorizar una de sus partes: la que tiene que ver con la “protección social de la maternidad”

¿Cómo está regulada la interrupción del embarazo en este país? ¿Qué desarrolla la parte relativa a la protección de la maternidad? ¿Por qué la candidata de Hermanos de Italia hace énfasis en esta primera parte de la norma? ¿Qué podría pasar respecto al aborto en Italia si Meloni gana? Te lo explicamos.

Qué regula la ley 194

La ley 194 fue aprobada en 1978 y se titula “Ley para la protección social de la maternidad y sobre la interrupción voluntaria del embarazo”. Por ello, en relación al aborto en Italia, Meloni habla de implementar o darle más peso a la “primera parte de la ley”, es decir, la que habla de la “protección social de la maternidad” y no de la parte que regula el aborto como tal. 

Esta norma establece, a partir del cuarto artículo, las condiciones para que una mujer o persona con capacidad de gestar pueda interrumpir un embarazo. No es aborto libre hasta una determinada semana como ocurre en España, sino que se permite el aborto en los primeros 90 días siempre que haya “un grave peligro para su salud física psíquico” y así lo certifique un facultativo. De hecho, la ley incide en que si el riesgo es socioeconómico se deben abordar “las posibles soluciones para ayudar a eliminar las causas que llevarían a la interrupción del embarazo”. El objetivo, establece la norma, es “permitirle hacer valer sus derechos como trabajadora y madre, promover todas las intervenciones adecuadas encaminadas a apoyar a las mujeres ofreciéndoles todas las ayudas necesarias tanto durante el embarazo como después del parto”. 

La ley 194 para abortar en Italia establece un periodo de reflexión de siete días que solo será prescindible cuando un médico certifique que se trata de un caso urgente, tal y como detalle el artículo 5. 

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El sexto artículo establece que a partir de los 90 días solo es posible interrumpir un embarazo cuando el embarazo o el parto impliquen un riesgo vital o haya algún tipo de patología fetal significativa. 

Aborto en Italia y Meloni
Manifestación por el derecho al aborto en Milán, Italia | Shutterstock

La objeción de conciencia y las diferencias regionales

Francesca Feo, investigadora en la Scuola Normale Superiore especializada en desigualdad de género, explica a Newtral.es que una de las principales barreras en el acceso al aborto en Italia es la objeción de conciencia: “El número de objetores es muy elevado y hay casos de servicios objetores, es decir, centros hospitalarios donde no se practica el aborto aunque tengan un servicio de obstetricia. Esto es mucho más común en el sur de Italia, donde también hay más desventajas económicas”. 

Según el último informe del Ministerio de Salud italiano (2020), el 64,6% del personal de ginecología se declaró objetor ese año. El anterior, 2019, fue un 67%. En el propio informe se reconoce que “permanece un elevado número de objetores de conciencia” y señala que, de acuerdo al artículo 9 de la ley 194, “la organización de los servicios debe ser tal que exista un número suficiente de profesionales para garantizar la posibilidad de acceder a la interrupción voluntaria del embarazo”. Entre el personal anestesista también existe esta problemática: un 44,6% de anestesistas se declararon objetores de conciencia para la práctica del aborto en 2020. 

La investigadora Francesca Feo señala que estos datos agregados dan una idea general de la problemática pero que “serían necesarios datos públicos por centros hospitalario”. Por ello, Feo considera relevante la iniciativa Mai Dati que recoge, en la medida de lo posible, el porcentaje de objeción de conciencia por centros. Así, aunque la media nacional sea de 64,6%, la Asociación Luca Coscioni, autora de Mai Dati, apunta que “hay 72 hospitales que tienen entre 80 y 100% de objetores de conciencia” y en 18 “el 100% de los ginecólogos son objetores”.

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Una de las zonas donde más objeción de conciencia se detecta es el Abruzzo, en la frontera entre el centro y el sur de Italia. Una región donde, según el informe del Ministerio de Salud, el 79,5% de ginecólogos son objetores, casi 15 puntos por encima de la media nacional. Aquí, el gobernador es Marco Marsilio, perteneciente al partido Hermanos de Italia.

Y en 2018, la alcaldía de Verona, bajo Federico Sboarina, también del partido Hermanos de Italia, declaró oficialmente esta ciudad del norte de Italia como una “ciudad pro vida”, tal y como explica en este artículo la investigadora Elena Caruso, de la Universidad Kent (Feminist Legal Studies, 2020).

Francesca Feo y otra investigadora, Anna Lavizzari, publicaron un análisis del papel de las mujeres en los partidos de extrema derecha en Italia (Friedrich-Ebert-Stiftung, 2021). En él se hacen eco de la iniciativa similar que hubo en Roma, también en 2018, de declararla como “ciudad pro vida”. Aquí, el grupo Hermanos de Italia en el Ayuntamiento presentó la iniciativa que “recibió el apoyo directo de la líder del partido, Giorgia Meloni”. En este caso, no recabó suficientes votos, por lo que no salió adelante. 

En su publicación, Elena Caruso aborda aquellas regiones donde el derecho a abortar depende de una sola persona, es decir, donde hay un único médico que no es objetor: “Es el caso de toda la región de Molise. Aquí, si este médico no está disponible, por ejemplo, debido a una enfermedad, vacaciones o jubilación, el servicio se interrumpe. En Trapani (una ciudad en el sur), en 2016, el único médico que realizaba abortos se jubiló y los servicios de aborto dejaron de operar”. La investigadora también rescata el caso de una mujer de Padua, en el norte del país, “cuya solicitud de aborto fue rechazada en 23 hospitales públicos”.

El aborto en Italia y Meloni: qué puede ocurrir si gobierna

Francesca Feo y Anna Lavizzari señalan en su análisis de la feminización de los populismos de derechas que ni Liga (con Salvini al frente) ni Hermanos de Italia (con Meloni) hacían menciones expresas sobre derechos reproductivos en sus manifiestos o programas electorales en el periodo que ellas analizaron, hasta 2019. Sin embargo, señalaban que sí “es un tema relevante en los pronunciamientos públicos de ambos líderes”.

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En los programas electorales de cara a las elecciones que se celebran este 25 de septiembre, tanto Liga como Hermanos de Italia hacen referencias a la ley 194. En el caso de Meloni, para reforzar la parte de prevención (de protección de la maternidad). En el caso de Salvini, cumplir con el artículo 2 de la ley que habla de promoción de la vida.

En el análisis de Feo y Lavizzari, las investigadores recuerdan que en 2019, durante el Congreso Mundial de las Familias, celebrado en Verona, “Salvini no cuestionó el derecho al aborto pero expresó su deseo de que se redujese la tasa”. Meloni, por su parte, apuntó que “la ley 194 ha sido parcialmente implementada, dejando de lado la parte más importante, que es la de la prevención del aborto”. “A juicio de Meloni, la ley 194 debería permitir la interrupción del embarazo en casos estrictamente necesarios, pero, sobre todo, debería otorgar a las mujeres el derecho a ser madres y garantizar los derechos del niño”, añaden Feo y Lavizzari.

En conversación con Newtral.es, Feo apunta que “el tema del aborto no ha estado muy presente en las agendas políticas porque es una ley que realmente logró su objetivo principal, que era la prevención”: “Se dio a las mujeres el derecho a abortar sin morir, pero también se les enseñó cómo prevenir un embarazo”, añade.

Según el último informe del Ministerio de Salud, en 1983 hubo 233.976 interrupciones del embarazo. En 2020 se practicaron 66.413. “Es una reducción muy significativa y, en gran parte, gracias al trabajo en materia de anticoncepción”, apunta Feo. Sin embargo, esta politóloga también destaca que “el derecho a no abortar está más que garantizado”.

“Meloni hiperboliza la situación cuando dice que este derecho, poder ser madres, no está garantizado. Hay margen para adoptar medidas que mejores la situación material de las familias pero esto no tiene nada que ver con la ley del aborto. Además, las medidas que propone Meloni en este ámbito no son emancipadoras para las mujeres, sino que están diseñadas para mantener a las mujeres como principales cuidadoras”, analiza Francesca Feo.

En relación al aborto en Italia y Meloni, el escenario más probable para esta investigadora, si la líder de Hermanos de Italia llegase a gobernar, es “la inacción”: “No creo que Meloni vaya a tocar la ley. Pero lo que seguro va a ocurrir es que no se va a mejorar el acceso al aborto, no se va a resolver el problema de la objeción de conciencia ni el de las desigualdades territoriales”, añade.

Fuentes
  • Ley para la protección social de la maternidad y sobre la interrupción voluntaria del embarazo (Ley 194 italiana)
  • Informe del Ministerio de Salud italiano (2020) de interrupciones del embarazo
  • Iniciativa Mai Dati (Asociación Luca Coscioni)
  • Abortion in Italy: Forty years on (Feminist Legal Studies, 2020)
  • The Female Face of Right-wing Populism and Extremism. The case of Italy (Friedrich-Ebert-Stiftung, 2021)
  • Francesca Feo, investigadora en la Scuola Normale Superiore especializada en desigualdad de género
  • EFE
  • El Periódico de España