La aprobación de la reforma de la ley del aborto del Gobierno levantó las críticas de la oposición por la posibilidad de que las menores de edad, de entre 16 y 17 años, pudieran abortar sin la necesidad de un permiso de un padre o tutor legal, algo que ya pasa en Europa.
El aborto reconocido para menores de edad o sin necesidad de autorización es algo que ya funciona en otros países europeos, como Suecia y Bélgica, en los que no hay una edad mínima. O en Países Bajos, donde solo piden un permiso legal para las menores de 12 años.
También hay diferencias con respecto al número de semanas máximas que pueden haber pasado para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. En países europeos como Portugal, el límite está en 10 semanas, pero en otros como Países Bajos llega hasta las 24 semanas (seis meses). Desde Newtral.es hemos consultado las legislaciones nacionales o las páginas gubernamentales de los países europeos para ver las diferencias.
La edad mínima para abortar en Europa: de no mencionar la edad en la ley a los 18 años
El proyecto de reforma del Gobierno sobre la ley del aborto pretende recuperar lo que ya defendió la norma de 2010: que las menores de entre 16 y 17 años puedan abortar sin consentimiento de sus progenitores o tutores legales. En 2015 esto dejó de ser posible tras una reforma del PP.
La edad mínima en Europa para el aborto es dispar, aunque hay multitud de países en línea con lo que quiere recuperar el Gobierno español. Por ejemplo, Noruega (art. 9) y Portugal, que piden autorización de sus padres o tutores a las menores de 16 años.
En Alemania, Bélgica, Francia, Irlanda o Suecia las leyes no contemplan una edad mínima para abortar. En estos cinco casos, las leyes consultadas no mencionan la edad que debe tener la persona gestante para solicitar el aborto.
Aunque Países Bajos está dentro de los países europeos menos restrictivos con la edad mínima para abortar, su ley es un poco más compleja. Las menores de 12 años necesitan permiso paterno, y para las que tengan entre 12 y 16 años, un médico puede acreditar que la persona es consciente de su decisión y no exigir la autorización.
En cambio, Bulgaria, Dinamarca o Italia ponen como edad mínima los 18 años, es decir, la mayoría de edad para acceder al aborto sin restricciones, como explica Civil Liberties Union for Europe (Unión por las Libertades Civiles de Europa).
Entre las 10 y las 24 semanas de gestación para la interrupción voluntaria del embarazo
La reforma de la ley del aborto del Gobierno también estipula un máximo de 14 semanas para abortar, lo que serían unos tres meses y medio desde el último periodo.
Dentro de este grupo de países europeos que permiten el aborto hasta las 14 semanas estarían algunos como Alemania, Luxemburgo, Rumanía, y, desde marzo de 2022, también Francia. Así lo recoge la modificación de la ley francesa.
En otros países europeos el límite de semanas es menor. Entre los que lo permiten hasta las 12 semanas, es decir, tres meses, están Austria, Bélgica, Bulgaria, Dinamarca, Finlandia, Grecia, Italia y Noruega. Portugal y Serbia son más restrictivos con las semanas: solo recogen el aborto hasta la semana 10, es decir, hasta el segundo mes y medio.
El máximo lo recoge la ley de Países Bajos, que permite la interrupción del embarazo hasta las 24 semanas, es decir, seis meses. En la página oficial del Gobierno explican que “se puede realizar un aborto hasta el momento en que el feto sea viable fuera del cuerpo de la madre. Esto generalmente se entiende como la semana 24 del embarazo”. No obstante, Suecia es el país que se queda más cerca de Países Bajos, ya que su ley lo permite hasta los cuatro meses y medio, es decir, hasta la semana 18.
Los países más restrictivos con el aborto dentro de Europa: Malta y Polonia
No todos los países miembros de la Unión Europea permiten la interrupción voluntaria del embarazo. Malta lo tiene tipificado como delito en su Código Penal (artículos 241-243), y Polonia reformó la ley a través de una sentencia de su Tribunal Constitucional para permitirlo únicamente en dos supuestos: en caso de riesgo para la vida de la persona gestante, y si el embarazo es consecuencia de una violación.
A pesar de tener a la Comisión Europea en contra, como explica el organismo, ambos países mantienen su legislación.