La crisis de la COVID-19 quizás nos haya hecho pensar menos en lo caluroso de una primavera veraniega en pleno mayo. Y un julio que ha vuelto a destacar por sus noches tórridas. Pero, sobre todo, por un otoño sin apenas heladas en la península ibérica, con temperaturas suaves.
Con las estadísticas en la mano, y desde los registros de 1850, el año 2020 ha sido el segundo más cálido de su historia, sólo por debajo del anómalo 1961.
Febrero y mayo se alzan con el récord de los más cálidos de su serie, noviembre fue el segundo más cálido que se recuerda y julio quedó en tercer lugar en cuanto a altas temperaturas. Tan solo octubre no ha registrado temperaturas por encima de la media climatológica.

Además, el calor llegó a lugares donde no suele hacerlo. Durante la ola de calor de finales de julio se registraron 42,2ºC en el aeropuerto de San Sebastián, 1,8ºC más que su anterior récord. Las anomalías de temperatura máxima fueron de más de 15ºC para el norte peninsular.
En el resto del mundo, 1,2ºC sobre lo normal
Menos mal que 2020 iba a ser un año menos cálido por el fenómeno de La Niña. Porque ni eso, ni las reducciones drásticas de emisiones de CO2 provocadas por el parón de la pandemia han evitado que la Tierra siga calentándose.
En su informe preliminar sobre el estado del clima durante, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) señala que la temperatura media estos doce meses será hasta 1,2ºC superior a los niveles preindustriales. Cifra similar a la de 2019 y solo superada por 2016, el más cálido del que hay registro.
«El planeta se ha quebrado, la humanidad está en guerra contra la naturaleza y esto es suicida, ella siempre devuelve el ataque y lo hace con creciente fuerza y furia», advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres, en un discurso en la Universidad de Columbia en la presentación del informe.
De enero a octubre las temperaturas globales estuvieron 1,2ºC por encima de lo normal, dejando el 2020 como uno de los 3 años más cálidos desde 1850.
2020 pasará por ser el año en que se midió la tercera temperatura más alta de la historia, casi 55ºC en California. Y, por primera vez, 38ºC en el Ártico.
2016 sigue batiendo el récord global, pero aquel año se dio el cíclico fenómeno de El Niño, que contribuye a que se den altas temperaturas a escala planetaria.
En medio de una intensa y extensa ola de calor en la costa oeste de los Estados Unidos, se registraron 54,4°C el Valle de la Muerte (California), la temperatura más alta en la Tierra desde 1931 y la tercera más caliente jamás registrada en el planeta.

En el Círculo Polar Ártico también se alcanzaron los 38ºC en la ciudad rusa de Verjoyansk (Siberia) en la ola de calor de junio. El Ártico, la zona que más rápido se está calentando, ha tenido temperaturas 5ºC por encima de lo normal de media este año.
Este año ha sido la primera vez con más de 20ºC en la Antártida. En la ola de calor de febrero llegaron a medirse 20,75ºC en la Isla Seymour. Días antes, la península antártica registraba 18,3ºC, un valor similar al de Los Ángeles (California) durante esa misma jornada.
Aún estamos a tiempo, según la ONU
El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló este lunes que la pandemia del coronavirus y la crisis climática son los grandes desafíos para 2021 y reclamó al mundo unidad para hacerles frente.
En su mensaje de fin de año, Guterres señaló 2020 como «un año de adversidades, tragedias y lágrimas», pero destacó que termina con «rayos de esperanza», científicos que desarrollan vacunas en tiempo récord y países que asumen nuevos compromisos contra el cambio climático.
«Tanto el cambio climático como la pandemia de la covid-19 son crisis que solo podemos abordar desde la unidad, como parte de una transición hacia un futuro inclusivo y sostenible», insistió en un mensaje en vídeo publicado este lunes por Naciones Unidas.
Guterres apuntó que, de cara a 2021, el «objetivo central» de la organización es «construir una coalición mundial para la neutralidad en emisiones de carbono de aquí a 2050″.